jueves, 29 de diciembre de 2011

México grita 200 años después


Imagen tomada de la serie "Gritos de muerte y libertad" (2010) de la toma de la Alhóndiga de Granaditas.
Jamás lograré arrancarme la imagen estremecedora de la masa de mexicanos llenos de odio tomando la Alhóndiga de Granaditas. Mataron a todos a su paso, familias enteras, niños, mujeres y hombres inocentes. Ese movimiento insurgente a cargo del cura Hidalgo que se salió de control, ¿por qué enloqueció? La injusticia no puede durar por mucho tiempo. La gente tiene un límite. Ellos pueden ver que no se les está tratando con dignidad y en un momento decisivo, descargarán su resentimiento en un intento desesperado de reivindicación, como  si al expirar alaridos y sudar violencia tocaran por un momento la utopía de un país justo. Un país vengado.
Imagen tomada de "Gritos de muerte y libertad", el movimiento insurgente

La lucha de independencia en México, los grandes ideales que se defendían, la cantidad de héroes que entregaron su vida y se sacrificaron por la patria. ¿Para qué fue? En México la desigualdad es radical. En tierras mexicanas vive el hombre más rico del mundo, mientras que la basta mayoría de la población apenas tiene para comer. No nos ha de extrañar entonces por qué ha habido un aterrador brote de inseguridad en el país, puesto que los ideales por los que se ha luchado en este país, con dos revoluciones, siguen siendo un ideal imaginario, lejos del alcance de nuestras manos.

Lloramos, nos quejamos, sufrimos por nuestra patria aquejada por la violencia pero, ¿a qué se debe? A que los que podemos hacer justicia no estamos luchando por ella, los que podemos influir y crear empleos con sueldos justos no lo estamos haciendo... o por lo menos, no somos suficientes para lograr un cambio nacional.
Por los niños, lucha por México.

La corrupción del gobierno es la corrupción de la sociedad civil. No hay gobierno sin apoyo de la iniciativa privada, y si el gobierno es corrupto,  es porque la sociedad lo permite. ¿A cuántas personas no conocemos que por obtener su "hueso" apoyan una campaña política? Gente como tú y como yo que buscan únicamente sus propios intereses, gente que no logra identificarse con un colectivo nacional, que prefiere diferenciarse del resto para ser "superior" y ganar poder económico. El histórico afán de dominación criollo, el cacicazgo, la inseguridad de necesitar ser superior a otros para dejar de sentirse intranquilos.

La causa de las guerras de independencia en Hispanoamérica fue generalizada, el descontento de los criollos frente a los peninsulares, el sentirse ninguneados por los europeos y querer lograr el poder absoluto en América. Leí en diversas fuentes que los criollos les guardaban resentimiento a los "gachupines", incluso que los odiaban... Es decir, que los criollos, siendo españoles nacidos en América, odiaban a los de su propia sangre, a los españoles peninsulares, ¡sus hermanos!.¿No es eso precisamente lo que está sucediendo en México? Los de abajo odiando a los de arriba,  y los de arriba discriminando y ninguneando a los de abajo. ¿A qué estamos jugando? ¿Cuándo vamos a entender que es en la colectividad de una patria en donde se encuentra nuestra identidad? ¿Cuándo vamos a decidir unirnos? ¿Cuántos Hidalgos, cuántos gritos y cuántas revoluciones se van a necesitar hasta que México sea por fin un país unido, justo y próspero?

Yo, por mi parte, prefiero luchar como un Morelos o un Hidalgo, estar del lado de los desfavorecidos, pero sin dejar de luchar por lograr un cambio de mentalidad en los privilegiados, los nuevos criollos, a que trabajen por un México mejor. Muchos dirán que eso no logrará ningún cambio, pero yo les contestaría: "Hidalgo murió por la causa y mira, aquí estoy yo luchando también". Es mejor luchar, amar, esperar, que ser un cómplice pasivo del sufrimiento de la nación.

Decido ser el cambio que quiero ver en México, y te invito a ti, a hacer lo mismo. Te invito a dar el grito por el México que Hidalgo soñó. Y actuar en consecuencia.
 
http://www.youtube.com/watch?v=dp1vu5DnqRk

La malgastada palabra "respeto"


Desde hace varias semanas he estado reflexionando sobre el verdadero significado de la palabra respeto, ese que no se altera con el paso del tiempo, ni se transforma de acuerdo a las modas y corrientes de pensamiento pasajeras. En estos días las costumbres que menos respeto merecen deben ser respetadas. Ahora es políticamente incorrecto no respetar prácticas que están deteriorando directamente la sociedad. ¿En qué momento llegamos a esto? ¿Desde cuándo uno tiene qué respetar lo que no es respetable? Me parece que le estamos teniendo mayor respeto a la opinión humana, que a la moral misma y el desarrollo armónico de la sociedad.

La palabra respeto está muy desgastada. Tanto, que ni siquiera los diccionarios se arriesgan a publicar una definición "políticamente incorrecta". De acuerdo a la Real Academia Española, respeto es "Veneración, acatamiento que se hace a alguien."[1], ¿son todas las opiniones dignas de veneración o acatamiento? El diccionario New Oxford define el respeto como ""tener consideración por los sentimientos, deseos, derechos o tradiciones de otro" y "evitar dañar o interferir con algo o alguien"[2]. Si tomamos la primera definición del diccionario New Oxford, ¿en referencia a qué se debe considerar la opinión de otro?, ¿se debe considerar una opinión en referencia a su derecho de libertad o a su obligación de ser responsable? Algo me dice que el respeto hoy en día se reduce a no interferir con las otras personas, tenga esta pasividad las consecuencias que tenga. ¿Dónde quedaron aquellos héroes que consideran su responsabilidad tomar acción para evitar que se deteriore la sociedad? Recuerdo un dicho que es muy común en México, que reza: "Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer". Hoy en día nadie se atrevería a afirmar que la mujer está "detrás" del hombre, quizás tampoco se podría decir que está "al lado", porque parecería que el dicho más adecuado a la sociedad actual sería: "Al lado de un hombre hay una mujer, pero no por mucho tiempo"... Y me parece que el origen de todo este embrollo es el mal entendido respeto. ¿Dónde quedaron aquellas personas consejeras que hacen de su pareja una mejor persona? En el mundo de las relaciones humanas se habla del respeto, pero en muchas ocasiones, sólo se practica la pasividad.
Lo que el ser humano necesita es sentirse comprendido, de eso no hay duda, pero comprender y respetar no son la misma cosa. Lo que tenemos que aprender es a saber respetar a las personas en sí mismas, no necesariamente sus acciones en el caso de que sean dañinas y saber interferir cuando alguien está a punto de hacerse daño a sí mismo o otros. ¿Desde cuándo dar un buen consejo se considera interferir? Ahora la gente quiere la libertad de tomar decisiones que dañan a otros sin que persona alguna interfiera con su plan.

A lo mejor estoy exagerando, pero me rehúso a vivir el respeto de esa forma. Debe haber una manera de conservar las buenas costumbres y la unidad de la familia con comprensión e interferencia amorosa, tomando en consideración tanto la libertad de la persona como su obligación de ser responsable. Ser valiente y estar dispuesto a intervenir cuando sea necesario.

En el terreno de la filosofía el respeto toma un aspecto y una forma distintas frente a su acepción en el campo de las relaciones humanas. Al filosofar, la palabra respeto toma el significado de "objetividad en la búsqueda de la verdad", actividad que implica escuchar el punto de vista del otro como posibles ingredientes para preparar en el gran banquete de la verdad. Y digo banquete, porque la verdad está constituida de más de un solo manjar y, lo que es más importante, un banquete no se puede preparar en soledad, sino que se requiere de un equipo de gente calificada para que pueda ser considerada una "comida espléndida"[3]. Ahora, ¿qué cualidades deberá tener el equipo calificado para preparar dicho banquete? El tener una sincera y comprometida intención de buscar  la verdad. Una sincera intención es útil para evitar tomar personales los puntos de vista contrarios al propio, y una comprometida intención es indispensable para evitar que los intereses propios interfieran con el interés común de develar los misterios de la realidad.

La palabra respeto es comúnmente utilizada, pero pocos reflexionan a profundidad sobre su esencia. El respeto no es, y nunca debe ser, contrario al amor. Si por respeto te encuentras dejando de amar o ayudar a alguna persona, deberás saber que no es respeto lo que estás teniendo. El respeto implica comprender al otro, sin juzgarlo ni criticarlo, pero atendiendo siempre al uso responsable de la libertad. Es muy fácil vivir atendiendo al derecho a la libertad, pero muy difícil vivir cumpliendo con la obligación de ser responsable. No es bueno cargarse para ninguno de los dos extremos, sino más bien, estar en el punto medio para lograr ser "libremente responsable".



[1] Real Academia Española. Obtenido el 22 de diciembre del 2011 de: www.rae.es
[2] New Oxford American Dictionary (2009). Traducción por Jessica Elizondo. 2nda ed. © Oxford University Press, Inc.
[3] www.rae.es